En los días de hoy, infelizmente, muchas veces la palabra estrés es automáticamente relacionada al trabajo. La competitividad y alta demanda de la actualidad pueden llevar a un ritmo exhaustivo de trabajo y mucha presión en el día a día, y es en ese punto donde aparecen los problemas psicosomáticos.
Inmersas en esta realidad, algunas personas tienen dificultades para lidiar con las situaciones estresantes y pueden desarrollar problemas psicosomáticos, responsables de disminuir la calidad de vida personal y en el trabajo.
En este texto, vamos a explicar qué son los problemas psicosomáticos y cómo pueden afectar la vida en el trabajo.
Estrés
Diversos son los factores estresantes en el ambiente de trabajo: plazos cortos, falta de condiciones de trabajo, problemas de relacionamiento entre colegas, mala gestión, y ese tipo de cosas, La continuidad de esos estímulos lleva a las personas a desarrollar el estrés.
Son consideradas tres fases evolutivas del estrés, enunciadas a continuación
- Fase de alarma: es la primera fase, en la cual el individuo entra en contacto con el agente estresante y entra en estado de alerta. La persona presenta síntomas como: aumento de la presión arterial, aumento de la frecuencia cardiaca, sudor, dolor de estómago y tensión muscular.
- Fase de resistencia: En esta fase hay una acumulación de tensión y la persona tiene más facilidad para entrar en la fase de alarma. La persona continúa en contacto con los agentes estresantes y puede desarrollar: insomnio, caída del cabello, cambio de humor, gastritis, disminución del deseo sexual.
- Fase de agotamiento: En esta última fase, los mecanismos de adaptación y defensa de la persona comienzan a hablar, y los problemas psicosomáticos se agravan.
Problemas psicosomáticos
En todas las fases del estrés, ya pueden ser notados problemas psicosomáticos, aunque pueden ser discretos. Sin embargo, cuando se alcanza la fase de agotamiento, esos problemas se agravan y se pueden transformar en enfermedades psicosomáticas.
En la enfermedad psicosomática, hay manifestaciones en el cuerpo, con síntomas y lesiones físicas, aunque la causa se origina de problemas psicológicos. Algunos ejemplos son:
- Gastritis y úlceras;
- Asma y bronquitis;
- Presión en el vientre e inflación intestinal;
- Dolores en el pecho, surgimiento o empeoramiento de la hipertensión arterial;
- Dermatitis y acné
- Migraña.
Además de problemas de salud, la enfermedad psicosomática causa alejamiento del trabajo, que se puede alargar más que una “enfermedad común”.
Muchas personas demoran en descubrir que su dolencia no tiene una causa física o biológica, pero si psíquica. Buscan médicos y no consiguen encontrar causas aparentes para sus problemas.
Todo eso trae grandes problemas en el trabajo y en la vida personal, pues el sufrimiento es psicológico y físico al mismo tiempo.
Estrategias para enfrentarlo
Entonces, si todas las personas están diariamente expuestas a situaciones estresantes, ¿Por qué algunas desarrollan problemas psicosomáticos y otras no?
Eso acontece debido a las diferencias estratégicas de enfrentamiento que cada persona desarrolla a la largo de la vida. Esas estrategias, también llamadas de coping, son esfuerzos cognitivos y comportamentales que las personas utilizan para lidiar con problemas, daños y desafíos. Algunas estrategias utilizadas son la actividad física, meditación y momentos de placer.
¿Cómo desarrollar el coping?
Algunas personas presentan mayor dificultad para desarrollar o poner en práctica estrategias de coping. Esto puede ser resuelto con la ayuda de profesionales de la psicología. Actualmente es posible accesar a ellos fácilmente por medio de consultas online.
Los problemas psicosomáticos surgen debido a cuestiones psicológicas mal resueltas, pero pueden generar graves consecuencias para la salud física y provocar alejamiento prolongado del trabajo.
El consejo psicológico es el mejor camino para encontrar la solución y aumentar la calidad de vida en el trabajo y personal.