¿Alguna vez te has parado a pensar que ahora mismo cada persona en el mundo está dirigiendo su mirada hacia objetos, lugares y personas completamente diferentes? E incluso si alguien mira el mismo objeto que TU, ¿la percepción de ese objeto de esa persona también será totalmente diferente?
Diferentes personas, diferentes percepciones.
Somos seres únicos, cada uno de nosotros tiene una historia, un contexto social, diferentes cuerpos, fuimos creados por diferentes personas y dentro de una cultura familiar diferente. Todo esto influye en la forma en que percibimos el mundo.
Hoy en día es bastante común ver a personas que ofenden a otras personas (familiares que luchan en grupos de WhatsApp) debido a la política, la religión, la orientación sexual.
La lluvia de ideas siempre será saludable, ahora controlar y querer someter al otro a lo que pensamos sobre ciertos temas es una falta de respeto. Mientras no haya quejas, el otro siempre puede ser exactamente como es.
Somos nosotros los que tenemos que preguntarnos si tiene sentido tener personas que piensan de manera tan diferente a nosotros en nuestra rutina o no solo por tener razón. A veces queremos que el otro cambie y piense como nosotros, pero no analizamos qué tan invasivo puede ser esto. Lo contrario también sucede, anulamos nuestras percepciones para adaptarnos a la cosmovisión de alguien por temor a ser rechazado.
¿Cómo nos afectan las ideas contrarias a las nuestras?
En los tiempos de las redes sociales, cuando muchas personas se sienten autorizadas a hacer comentarios irrespetuosos, compartir noticias falsas y participar en discusiones acaloradas sobre política y religión, es importante comprender cómo nos afectan las ideas divergentes.
Muchas personas que entran en contacto con contenido que difiere de la forma en que piensan, reaccionan de manera disfuncional. Este es el retrato de personas con un ego muy grande y una comprensión muy pequeña, expertos en desestabilizar la armonía del entorno.
En algunos casos, estas actitudes pueden afectar nuestra salud física y emocional. Además, muchas personas con este perfil cambian el entorno en el que viven, haciendo que el entorno sea pesado y difícil de dialogar.
La tecnología nos ha puesto en contacto directo con diferentes personas, pero para que este contacto sea saludable, necesitamos estar preparados para conectarnos con otros, ser empáticos, respetuosos y emocionalmente inteligentes cuando creamos contextos equilibrados.
Si te consideras una persona con este perfil, que tiene una gran necesidad de tener siempre la razón, debes saber que puedes pedir ayuda y ser una persona más flexible, y por lo tanto, ligera y feliz.
Aquí hay algunos pensamientos:
- ¿Hablas o actúas como si el otro fuera un enemigo?
- ¿Actúa como si derrotara o destruyera a alguien que piensa diferente a usted?
- ¿Tienes una visión dualista de lo correcto o lo incorrecto? ¿O es el mundo más complejo de lo que crees?
Y para ti que ha encontrado personas que no respetan su razón y convierten el diálogo en una guerra de opiniones, aquí hay algunos consejos para ayudarlo a enfrentarlo:
- Tome un descanso de las redes sociales y los grupos de Whatsapp;
- Conéctate a redes de apoyo que ejercen una mirada más profunda;
- Respira y no trates de no entrar en una encuesta de opinión.
Finalmente, ¿has respetado la razones del otro? ¿Has respetado tu visión del mundo?
Buenas reflexiones!