Estudios comprueban que la orientación psicológica online es eficaz, aumenta la y genera satisfacción para pacientes y profesionales. Observe algunos ejemplos.
Un estudio realizado por el hospital St. Vincent en Sydney, que involucró a cerca de 1.000 personas con ansiedad y depresión, mostró que las consultas en línea alcanzaron resultados aún más eficaces que las consultas presenciales y, después de seis meses, los resultados alcanzados se mantuvieron constante. El éxito del asesoramiento en línea es respaldado por el hecho de que menos personas abandonaron prematuramente la jornada psicológica.
Varios estudios muestran resultados positivos sobre la eficacia de las consultas psicológicas en línea. En el caso de las personas con síndrome de pánico (Bouchard S. et al, 2004), los trastornos alimentarios (Grunwald M. & Wesemann D, 2006), trastorno de estrés postraumático (Germain V. et al., 2009).
Un estudio realizado en un programa de asistencia familiar y de empleados fue lanzado en 2011. El objetivo era identificar los resultados clínicos de las modalidades de asesoramiento por videoconferencia y presencial. El estudio fue realizado con 68 casos de atención online y otros 68 casos de atención presencial. Los datos demostraron que no hubo diferencias en los resultados encontrados para el objetivo propuesto, duración media de la atención e interrupción del tratamiento. (Veder B et al., 2014)
Un estudio realizado en pacientes con esclerosis múltiple los dividió de forma aleatoria para la realización de actividades en el trabajo y ejercicios remotos. Todos los participantes realizaron ambas actividades en orden diferente. Los resultados encontrados fueron similares para ambos grupos, pero la satisfacción y el costo a través de los ejercicios remotos fueron superiores (Settle JR et al., 2015)
Un estudio realizado para evaluar la efectividad de resultados de cuidados colaborativos basado en telemedicina de 2007 a 2009, en 364 pacientes con diagnóstico de depresión identificó una significativa reducción en la severidad del grado de la enfermedad a lo largo del tiempo. (Fortney JC et al, 2013)